El
portero madrileño cumple su quinta campaña lejos de nuestro país.
Tras pasar por Escocia recaló en Finlandia y desde el norte del país
repasamos con él sus vivencias en el fútbol escocés y en la
desconocida competición escandinava.
Hola Antonio. ¿Siempre tuviste claro que querías ser portero?
Hola Antonio. ¿Siempre tuviste claro que querías ser portero?
Pues casi que si. Desde
pequeñito, igual con siete u ocho años, a mi padre que es
aficionado al fútbol le gustaba echarme tiros y yo me ponía entre
dos columnas y me tiraba de un lado para otro para pararlos. Vio que
me gustaba y me llevo a un club de barrio, cerca de mi casa en
Madrid, y ahí empezó todo.
¿Quienes eran tus
ídolos?
Bueno,
en esa época siempre me fijé en Paco Buyo, aunque creo que más que
ídolos, yo tenía pasión por jugar al fútbol. Igual no era tanto
ver partidos en la tele sino estar las 24 horas del día en el parque
o en el colegio jugando. Era más esa pasión por jugar al fútbol 1o
que tenía de pequeñito, y es algo que sigo teniendo hoy en día que
soy un auténtico enfermo del fútbol.
O sea, ¿que eres de
los que disfrutan más jugando, que viendo fútbol?
Ahora
ya si que me gusta más ver fútbol y analizarlo. También tengo una
escuela de porteros en Madrid y me encanta todo lo que tiene que ver
con el portero y con el mundo del fútbol en general.
Tras pasar por las
categorías inferiores del Real Madrid, pasas por un periplo en la
categoría de bronce del fútbol español, pasando por Alicante,
Mazarrón, Lanzarote, Ferrol, Gandía... ¿Con que te quedas de esa
época?
Es
una categoría que puede llegar a ser frustrante y un poco un
infierno. Son muchas horas de autobús y eso que yo tuve suerte de
coger una época en que había bastante dinero, pero aún así no
llegaba a ser todo lo profesional que uno espera.¿Momentos?... la
verdad es que en los clubes en los que he estado siempre me han
tratado muy bien. No podría resaltar uno. Estuve en Alicante que era
un club genial, donde teníamos todo y estuvimos a punto de subir a
Segunda División dos años y al final no se pudo conseguir. Luego
fui a Mazarrón donde no salió un año muy bueno pero también me
trataron muy bien. En Lanzarote estuvimos sin cobrar seis meses pero
la verdad es que volvería por que es una isla maravillosa. En Ferrol
me salió un primer año genial y el siguiente no tan bueno pero la
verdad es que tengo muy buen recuerdo... Ya te digo, es una categoría
que no es fácil pero al final te quedas con los buenos momentos, o
al menos eso es con lo que siempre quiero quedarme yo.
¿Qué es lo que te
impulsa a probar en el extranjero?
Estaba
ya un poco cansado del fútbol de Segunda B. Yo tenía contrato en
Gandía, un sitio genial y en Navidades me sale una opción de irme a
Tailandia, algo que no sabe mucha gente, a probar en un club de allí
y no me lo pensé. No fue todo lo bien que esperaba por que al final
no pude firmar por varias razones pero fue la mejor decisión que he
tomado en mi vida porque eso me abrió un salvoconducto para irme al
Reino Unido por mediación de Iñigo Calderón, que entonces jugaba
en el Brighton. Al final me decidí y me salió una prueba en el
norte de Escocia.
¿Conocías algo del
fútbol escocés?
La
verdad es que no. Tenía la idea de
los videojuegos; del Celtic y el Rangers que son los más fuertes y
poco más. Me fui para allá y la verdad es que estuve cuatro años,
pasé por cuatro clubes en los que tuve buenos y malos momentos, tal
y como es el fútbol, pero la verdad es que es una muy grata
experiencia en mi carrera deportiva.
Tu primer año es en
el Inverness. Buena temporada sois el equipo revelación...
El
Inverness es un equipo modesto dentro de la liga escocesa. Me acuerdo
que llegué allí y no jugué los primeros ocho partidos de liga por
una lesión en el dedo y por que el mister, Terry Butcher,
confió en otro portero. En la novena jornada, por una lesión de mi
compañero, entré en el equipo. A partir de ahí no perdimos los
siguientes ocho partidos. Estuvimos a punto de clasificarnos para la
primera ronda de la Europa League, llegamos a semifinales de Copa y
si tengo que destacar un año de los cuatro que estuve en Escocia, me
quedo con este porque me salió todo.
Después vas a
Kilmarnock donde no juegas. ¿Que paso?
Yo,
en febrero de esa primera temporada firmé por Kilmarnock. Me firmó
Kenny Shiels, un entrenador que estaba muy interesado en mi pero en
verano, antes de mi llegada, le cesaron. Vino un entrenador nuevo,
con su portero y no me puso. Me decía que estaba contento conmigo
pero sólo puede jugar uno. Entonces me salió la opción de volver
al norte, pero en este caso al rival del Inverness, el Ross County.
Allí tengo un año bastante bueno, en el que juego bastante, aunque estuvimos abajo, peleando por no descender. Creo que me salió un año
bastante bueno, aunque no tanto como el primero, pero a mitad de
temporada llegó un entrenador nuevo que quiso traer a su gente y no
contó conmigo.
Y
de ahí llegas a Hibernian
Si.
Como club es el más grande en el que he estado en Escocia por que la
verdad es que lo tiene todo. Tiene infraestructura, estadio, campo de
entrenamiento... Estuve muy bien allí pero el mister no
confió en mi y en Navidad decido volver a España con la posibilidad
de encontrar un equipo. Tengo algunas ofertas que no me satisfacen y
me voy a Guadalajara
Allí haces algo
distinto, ¿no?
Si.
Esto es algo que tampoco conoce mucha gente. Durante cuatro meses
entrené a los porteros del Guadalajara, siendo además segundo
entrenador. Un cambio grande en mi carrera pero que a la larga me ha
servido muchísimo. He visto al jugador de fútbol desde el otro lado
y la verdad que fue una experiencia muy enriquecedora. Tuve dos
entrenadores, uno de ellos David Vidal.
Y el 2 de mayo de 2016
llegas a Finlandia, a Rovaniemi
Si.
Es una ciudad que está en el norte, en Laponia, justo donde vive Papa
Noel [risas]. Este equipo, que iba a jugar las previas de la Europa
League, me ofrece un contrato de tres meses y esa posibilidad me
atrae bastante. En el Guadalajara yo tenía una clausula para salir
si me salía alguna opción, así que casi de un día para otro cojo
las maletas y me planto en Rovaniemi para tres meses.
¿Fue fácil tomar una
decisión tan rápida?
Bueno,
antes de venir a Finlandia se supone que me casaba en 20 días, así
que tuvimos que posponer la boda hasta noviembre de este año, cuando
se acabe la temporada. Mi chica está en Madrid, donde trabaja y yo
me vine aquí, en principio sólo para tres meses. Cuando renové lo
decidimos así ya que es complicado para ella el venirse para aquí
por el trabajo. Intentamos vernos lo más posible: cuando ella tiene
tiempo se escapa o yo cuando puedo voy para allá.. Más o menos nos
vemos cada dos meses, así que lo llevamos aunque es difícil. Mucha
gente piensa que el fútbol es genial y que todo el mundo tiene
contratos millonarios y tenemos todos los lujos, pero también tiene
sus cosas malas sobre todo si no eres un futbolista de la Liga, la
Serie A o la Premier.
Volviendo al fútbol,
¿como fue tu primer año en Finlandia?
Fue
bien. Jugamos las eliminatorias europeas. Pasamos la primera frente
al Shamrock Rovers, un equipo irlandés, y después nos tocó el
Lokomotiva de Zagreb que nos eliminó pero todo el equipo hizo un
papel bastante bueno. Son dos experiencias que nunca olvidaré. Es
una espinita que tenía clavada, el disputar una competición así.
Mi contrato acababa cuando todavía quedaban dos meses de liga y me
ofrecieron renovar por esos dos meses que quedaban y un año más.
Estaba a gusto así que decidí aceptar. No nos clasificamos para
Europa por poco...
¿Como funciona Liga
en Finlandia?
La
liga en Finlandia se juega de abril a octubre. En noviembre y
diciembre estuve en Madrid por que el frio se nota [risas] y
empezamos en enero. Entrenamos bajo techo hasta mediados o finales de
febrero, jugando una especie de Copa. Está todo muy controlado
porque fuera es imposible jugar ya que hay muchísima nieve,
especialmente aquí en el norte, donde hasta hace prácticamente
quince días estaba nevando.
¿Se hace duro?
Es
aclimatarse a donde estás. Me recuerda un poco al norte de Escocia,
un sitio donde el clima tampoco acompaña pero si lo asimilas y te lo
tomas como una experiencia y vives el fútbol como lo hago yo, que
tengo la suerte que cada día que me levanto disfruto de poder vivir
del fútbol y de sus evivencias, lo disfrutas al máximo. Aquí lo
tienes todo: instalaciones, entrenadores...
¿Como le va a tu
equipo, el RoPS?
Acaba
de empezar la liga. Llevamos ocho partidos, hemos ganado cuatro y
perdido otros cuatro. Somos un equipo muy joven. No tiene nada que
ver con el equipo del año pasado, que había muchos extranjeros.
Este año son más finlandeses y muchos de ellos vienen cedidos del
mejor equipo de Finlandia, el HJK Helsinki. Estamos trabajando mucho
con la esperanza de que según vaya pasando la temporada podamos ser
un equipo competitivo.
¿Puedes hacer de
ojeador y darnos algún nombre?
La
verdad es que hay bastantes talentos, lo que pasa es que están por
pulir. Por ejemplo, Robert Taylor de familia inglesa pero criado en
Finlandia, que el año pasado estuvo en el AIK Solna a prueba y yo
creo que si no es este verano, el próximo año firmará por algún
club competitivo. Es un mediapunta que el año pasado metió muchos
goles y tiene bastante calidad por lo que puede tirar para arriba.
Luego hay otro chico, Saku Ylatupa, cedido por el Helsinki, con un
gran talento. Yo creo que a la larga, si le dan minutos y confianza,
puede jugar en algún equipo grande.
¿Cual es el nivel de
la Veikkausliiga?
Obviamente
no es una liga top. Es un fútbol bastante físico, donde no se juega
el balón todo lo que se debería, pero el nivel del jugador local
creo que está empezando a progresar bastante. En la liga hay muchos
jugadores extranjeros, muchos futbolistas africanos, de ahí que el
juego tienda a ser más físico. Es una liga cuando menos
competitiva, aunque creo que este año el HJK se la va a llevar de
calle. Luego los demás equipos estamos muy igualados y cualquiera
puede ganar a cualquiera. Siendo doce equipos, en cuanto encadenas
dos o tres victorias seguidas te puedes poner arriba. Es una liga
intensa y que vale la pena seguir.
A nivel de público, ¿Es
una competición muy seguida?
En
Escocia que tampoco es una liga súper conocida como mínimo hay ocho
o diez mil personas en el campo. Aquí competimos con el hockey sobre
hielo, que es el deporte rey, y muchas veces mueven nuestros partidos
al viernes porque hay jornada de la liga de hockey el sábado y se
llevan todo el público. En nuestro campo tenemos unos dos o tres mil
espectadores en cada partido aunque si jugamos frente al Helsinki
llegamos a los cinco mil, que no está mal pero siempre gusta tener
esos ambientes como he podido vivir en Celtic Park
¿Como es vuestra
afición?
La
verdad es que tenemos un grupo “ultra”, vamos a llamarlo
así, de unas cien personas y da gusto jugar en nuestro campo ya que
se escucha bastante el ruido de nuestros aficionados y si que notamos
la diferencia ya que los finlandeses son bastante fríos, como el
tiempo [risas]. Pero bueno, ya viene el buen tiempo, y ahora apenas
vemos la oscuridad: llegan las doce de la noche y todavía es de día
aunque empieza a oscurecer un poquito, pero a la una y media o dos ya
empieza a amanecer.
¿Como llevas el
asunto del idioma?
Es
muy complicado aunque lo estoy aprendiendo. Cuando llegué al Reino
Unido lo primero que hice fue ponerme con el inglés. Llegué sin
inglés y cuando me fui ya tenía los títulos conseguidos. Ahora
hago una media hora de finlandés al día y mi nivel ahora mismo es
muy básico, de palabras sueltas, pero noto que ahora cuando el
mister habla puedo relacionar de que está hablando por esas
palabras sueltas que voy entendiendo. También es cierto que mucha
gente no le presta atención por que no te ayuda en exceso ya que es
una lengua hablada por no más de cinco millones de personas en todo
el mundo. Obviamente con el inglés puedes ir a cualquier sitio y
aquí el nivel de inglés es muy alto.
Tienes contrato hasta
octubre. ¿Tienes ya pensado que vas a hacer después?
Si.
Acabo a final de temporada. Si te digo la verdad me gustaría volver
a España, algo que incluso contemplaría si en el mercado de verano
saliese una opción buena, pero también es cierto que tiene que
merecerme la pena por que yo aquí estoy muy bien. Me valoran mucho,
me respetan, por la edad soy el segundo capitán... Tendría que
pensarlo bien pero no lo descarto.
Al margen del fútbol,
¿a que dedica el tiempo libre Antonio Reguero?
Me
gusta jugar al paddle y la lectura. Luego, y es algo que tiene
relación con el fútbol, tengo puesta mucha ilusión es la escuela
de porteros que tengo en Madrid, Escuela de Porteros Antonio Reguero,
que la hemos abierto en enero, tenemos ya casi 20 chavales y me ocupa
un tiempo que no me importa dedicárselo. Tengo un grupo de trabajo
muy bueno y tratamos de que aprendan y disfruten de esa educación
que yo tuve la suerte de recibir. Está en Majadahonda, en las
instalaciones del Club Puerta de Madrid. Han venido porteros como
Tomás Mejías o Alberto García, portero del Getafe, a dar clinics y
queremos que venga Manolo Amieiro, descubridor de Casillas y que fue
mi entrenador. Además quiero sacarme niveles de entrenador, ya tengo
en Nivel-1 y el título de entrenador de porteros, ya un poco
pensando en el futuro.
Seguir a @g_artetxe
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