Nápoles y
Monchengladbach están separadas geográficamente por 1600
kilómetros, pero futbolísticamente parecen estar en dos planetas
totalmente distintos. Buena parte de culpa de esa situación la
tienen sus respectivos técnicos.
Lucien Favre llegó
al Gladbach hace dos años. Desde entonces se ha amoldado a lo
que ha tenido para intentar llevar a los potros lo más arriba
posible. Finalmente esta campaña parece que por fin ha conseguido
los mimbres adecuados, Raffael y Kruse han
reforzado el ataque, y esta pudiendo desarrollar un juego más
vistoso y ofensivo que en temporadas anteriores.
Rafa Benítez
arribó a Nápoles el pasado verano. El preparador madrileño
ha todas las facilidades para implantar su idea de juego desde el
primer momento ya que ha podido confeccionar una plantilla a su gusto
y se ha rodeado de futbolistas como Albiol, Callejón o
Higuaín. Además cuenta con el respaldo del presidente,
Aurelio De Laurentis
En la forma de jugar
también difieren ambos entrenadores. Mientras el español es
metódico y prefiere un mayor control de todas las situaciones del
juego, aunque en los últimas semanas su juego está caracterizado
por cierta indefinición indefinición. Parece que los que están en el césped se
sienten más cómodos esperando al rival y saliendo a la contra,
mientras su técnico tiene otras ideas. El suizo por su parte, ahora
que tiene los jugadores adecuados fía su juego de ataque a la
movilidad y velocidad y sus pupilos creen firmemente en ese ideario.
Otro aspecto en el que
difieren es la gestión de los esfuerzos. Rafa Benítez es
fiel desde hace tiempo a una política de rotaciones que, tal vez, no
es lo más adecuado para un torneo como la Liga en el que prima la
regularidad. Aún así está gestión de recursos le ha rendido
frutos importantes ya que no hay más que echar un vistazo al
palmarés del madrileño.
Lucien Favre en
cambio apenas modifica su once inicial. Más allá de lesiones o
sanciones no es partidario de cambiar sus fichas. Esta estrategia le
ha funcionado y ha alcanzado posiciones importantes en la Bundesliga,
aunque hace un par de temporadas, cuando acabó cuarto, el equipo
llegó muy justito al tramo final del campeonato. Está por ver como
acaba el actual curso.
En algo en lo que ambos
coinciden es en la importancia que dan al trabajo defensivo. El orden
defensivo es parte fundamental de los esquemas de los dos conjuntos.
No siempre sus planteamientos y decisiones serán del agrado de los
aficionados pero son dos grandes entrenadores que han situado a sus
equipos en la zona alta.
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