La temporada que ha
finalizado hace algunas semanas no pasará a la historia de la ciudad
de Liverpool. El pobre rendimiento ofrecido por sus equipos de fútbol es generalizado ya que ninguno de sus equipos ha sido capaz de alcanzar
sus objetivos.
Los dos conjuntos que militan en la Premier League han estado muy lejos de ofrecer un juego atractivo y tampoco han conseguido grandes resultados, aunque sería injusto no reconocer que durante algunos tramos de la competición ambos conjuntos han disfrutado de buenas rachas. Para colmo de males, el Tranmere Rovers, tercer equipo de la ciudad, ha descendido a Conference.
Los dos conjuntos que militan en la Premier League han estado muy lejos de ofrecer un juego atractivo y tampoco han conseguido grandes resultados, aunque sería injusto no reconocer que durante algunos tramos de la competición ambos conjuntos han disfrutado de buenas rachas. Para colmo de males, el Tranmere Rovers, tercer equipo de la ciudad, ha descendido a Conference.
El Liverpool
FC ha pasado del subcampeonato al desánimo en apenas 12
meses. La marcha de Luis Suárez dejó al conjunto de Anfield sin su
principal referente ofensivo, pero esta ausencia no puede servir de
excusa a un club que gastó mucho dinero en cubrir su hueco,
evidentemente sin demasiado éxito.
La dirección desde el
banquillo tampoco ha sido la adecuada y Brendan Rodgers ha naufragado
en su intento de hacer un buen papel en la Champions League y de devolver a los reds a la máxima competición
continental. Los innumerables cambios de sistema y de demarcación de
algunas de sus piezas no han ayudado a un técnico que ha visto como
sus propios fans pedían la vuelta del último técnico victorioso
del club, Rafa Benitez. Para poner la puntilla a un año frustrante, el
último mito sobre el césped de Anfield, Steven Gerrard, ha
abandonado las Islas y ha puesto rumbo a Estados Unidos.
Al otro lado de Stanley
Park, tampoco han podido disfrutar de una campaña plácida. Los de
Roberto Martínez han llegado a coquetear con el descenso y aunque
finalmente no han pasado apuros no han encontrado el juego que les
llevó a las competiciones europeas en la primera temporada del
técnico de Balaguér al mando.
Tras quedar eliminados de
la Europa League, los toffees enderezaron el rumbo en la Premier, pero nunca han dado sensación
de alcanzar el nivel que este grupo de jugadores es capaz de lograr.
En conjunto se ha mostrado como un bloque irregular y jugadores clave
como Leighton Baines, Romelu Lukaku o Ross Barkley no han sido capaces
de guiar a sus compañeros.
La lectura sencilla de lo ocurrido hablaría una plantilla corta, que no ha sido capaz de
afrontar varias competiciones al máximo nivel. Sin embargo el grupo ha sido capaz de reaccionar y
sobreponerse a momentos duros, lo que les ha hecho madurar. Además
el técnico español ha podido trabajar con calma y la
cantera toffee continúa dando sus frutos y John Stones ya ha debutado con Inglaterra.
El próximo curso
futbolístico, a priori, se afronta de forma distinta a ambos lados
del parque. En Anfield el vacío dejado por Gerrard y la
inestabilidad del banquillo, está por ver hasta donde llega el crédito de Rodgers, auguran tiempos difíciles y complicados.
Durante el verano, tal vez se vislumbre algún atisbo de ilusión
debido a los fichajes, que llegarán, pero a pesar de ello las
sensaciones no son positivas.
En Goodison creo que el
viento sopla a favor. Sin la presión de sus vecinos por lograr
títulos, Martínez puede consolidar un proyecto en el que sus jóvenes
talentos están cada vez más cerca de la plena madurez y seguirán saliendo
jugadores. Con la estabilidad en el banquillo garantizada y disputando menos partidos, el Everton dará guerra.
Seguir a @g_artetxe
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