La andadura de los
conjuntos transalpinos durante esta temporada en las competiciones
podría catalogarse como excelente. Sin embargo esta situación debe
ser analizada con cuidado antes de que los seguidores del Calcio
lancen las campanas al vuelo.
Hace unos años los
equipos italianos despreciaban, casi sistemáticamente, su
participación en la Europa League. Conjuntos como Palermo
o Sampdoria tiraron por la borda el tremendo trabajo
realizado la temporada anterior para lograr el billete europeo,
alineando equipos reservas y siendo eliminados a las primeras de
cambio por equipos de menor nivel. El resultado: Hoy en día Italia
ha perdido peso, y representantes, en Europa.
El hecho de que tres
miembros de la Serie A se hayan clasificado para las
semifinales continentales sitúa a Italia como el país con más
representantes europeos a estas alturas de curso. ¿Significa esto
que la Serie A vuelve a dominar Europa?
Mi respuesta es no. Creo
que se trata de algo circunstancial que no quita mérito a lo logrado
por estos equipos. Es evidente que tanto Juventus, como
Fiorentina y Nápoles son grandes equipos pero cada uno
de ellos debe ser examinado con detenimiento y vive realidades
distintas.
La Juventus de
Turín es uno de los gigantes de la Serie A. Tras una travesía
del desierto de varios años, con paso por la Serie B
incluido, vuelve por sus fueros y tras varias campañas imponiéndose
con claridad en el campeonato local afronta el asalto definitivo a la
Champions League.
Las horas bajas por las
que atraviesan otros grandes italianos hacen que llegue al tramo
final de la competición continental sin distracciones, ya que tiene
el Scudetto en el bolsillo. Su camino para retomar su posición
de privilegio en el fútbol europeo ha sido pausado. Ya domina Italia
y su siguiente paso debe ser asentarse en la élite continental.
Además ha sido pionero en su país al construirse su propio estadio
lo que le abre las puertas a la modernidad.
La Fiorentina por
su parte ha llegado a la fase más importante de la temporada, cuando
se deciden los títulos, en el mejor estado de forma posible. Es
indudable que el fútbol propuesto por el conjunto viola es muy
atractivo, pero además Vincenzo Montella ha logrado una
solidez defensiva más que notable.
El “factor Salah”
sin duda ha otorgado al equipo toscano un desequilibrio y un desborde
que parecía haber perdido. La llegada del egipcio ha despejado las
incógnitas abiertas tras la marcha del colombiano Cuadrado al
Chelsea. El extremo no sólo no ha recuperado el nivel
demostrado en el Basilea, si no que se ha convertido en un
referente del equipo del Aeroplanino. Los Viola
demuestran que con buen juego se puede consolidar un proyecto en el
fútbol italiano.
La llegada del Nápoles
hasta estas cotas tiene un claro culpable: Rafa Benítez. El
técnico madrileño ha vuelto a demostrar que posiblemente sea el
mejor entrenador del mundo en torneos del KO. Cuando parecía que era
la víctima del Wolfburgo, el equipo partenopeo dejó la
eliminatoria de cuartos sentenciada en Alemania.
La
trayectoria del equipo de la Campania no ha sido tan brillante como
sus aficionados podían esperar. En Liga ha pasado de candidato al
título a pelear por entrar en la Europa League, y el juego
desplegado ha sido decepcionante. Sin embargo, su brillante
clasificación para estas semifinales parece haber calmado todos los
males y la posibilidad de disputar la Champions, ganado el
segundo torneo europeo, ha disparado la euforia en el sur de Italia.
Demasiados altibajos para un propietario ambicioso.
A los clubes italianos le
faltan estructuras modernas. El Calcio ha cambiado y muchos
equipos aún viven anclados en un pasado glorioso, si bien es cierto
que la crisis económica no ayuda. La Juventus ha marcado el
camino a seguir y ahora es el turno de los demás. Cuanto más
tarden, más difícil será recuperar el terreno perdido.
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