Pocos podían esperar a
principios de la presente temporada que el Tottenham Hotspurs
podría optar, en el mes de marzo, al título de la Premier
League. El equipo, habitual de la Europa League,
ha sufrido muchísimo en
los últimos años para entrar en el Top4 y jugar así la
Champions League. Parecía que ese era su tope pero algo ha
cambiado.
Mauricio Pochettino,
en su segunda temporada al mando de la nave, está logrando lo que
pocos de sus predecesores han logrado: luchar realmente por la
Premier League. Hay que remontarse hasta 1961, cuando
conquistó el doblete, para encontrar su último campeonato de la
regularidad. Entonces Bill Nicholson dirigía al equipo y
Peter Baker, Ron Henry, Bobby Smith o Terry
Medwin entre otros formaban parte del equipo.
Con un equipo joven ,
24'7 años de media, y remodelado el técnico argentino afrontaba una
campaña que comenzó con ciertas dudas. Harry Kane parecía
haber perdido su olfato goleador y el mercado de fichajes no parecía
haber llevado a White Hart Lane a grandes nombres con los que
ilusionar a sus seguidores, mientras que jugadores con bastante
ascendente habían puesto rumbo a otros equipos. Paulinho,
Etienne Capoue, Aaron Lennon o Younes Kaboul
dejaron el equipo y sus recambios no tenían, a priori, el mismo
peso.
Con el paso de las
jornadas los Spurs encontraron su juego, su estrella recuperó
la puntería y algunos jugadores han encontrado la regularidad necesaria
par ser importantes en el proyecto, siendo muy competitivos. Christian Eriksen, Erik Lamela o Eric Dier
son algunos de los beneficiados por el cambio de rumbo llevado a cabo
en un conjunto donde Pochettino ha podido hacer un equipo a su
gusto y él es el líder.
Pero si algo llama la
atención en este equipo ha sido, sin lugar a dudas, la irrupción de
Dele Alli. El ya internacional inglés, fichado del Milton
Keynes Dons, se ha ganado el respeto de todos gracias a sus
actuaciones. Futbolista con una gran capacidad física y no exento de
calidad, este centrocampista destaca además por su buena llegada a
portería contraria.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la parcela defensiva. Se puede afirmar, con los números en la mano (20 goles encajados en la jornada 26) que son la mejor defensa de la Premier, conformando una línea que además de eficaz es complementaria. Toby Alderweireld y Jan Vertonghen forman un dúo de centrales fiable, apoyados por Kyle Walker, Danny Rose o Kevin Wimmer.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la parcela defensiva. Se puede afirmar, con los números en la mano (20 goles encajados en la jornada 26) que son la mejor defensa de la Premier, conformando una línea que además de eficaz es complementaria. Toby Alderweireld y Jan Vertonghen forman un dúo de centrales fiable, apoyados por Kyle Walker, Danny Rose o Kevin Wimmer.
Con estos mimbres, se
puede decir que el Tottenham Hotspurs está ante una
oportunidad inigualable de conquistar la Premier League, ya
que a su innegable estado de forma hay que unir que equipos de la
talla de Chelsea o Manchester United no están a su
mejor nivel. Sólo el inclasificable Leicester City y el
Arsenal parecen llegar al tramo final con las opciones
intactas. Los de Pochettino, que han renunciado a la FA Cup
pueden tener la distracción de la Europa League, pero en
White Hart Lane saben que es ahora o nunca. Sin hacer demasiado ruido han aparecido entre los elegidos en el momento justo. Veremos si lo aprovechan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario