La Premier League
2015/16 está dando sus últimos coletazos y estamos a punto de vivir
una de las historias más increíbles en el fútbol de élite de la
historia: el título del Leicester City. Un “milagro” que
tiene sus héroes y sus villanos, aunque no tendría que ser así.
Es normal que el ser
humano se ponga siempre del lado del más débil. Todos los
aficionados al fútbol modesto se ven reflejados por el equipo que
dirige con mano maestra Claudio Ranieri. La historia de David
contra Goliat llevada al mundo del deporte de élite es como el sueño
imposible hecho realidad. Ellos, los Foxes, son los héroes de
este cuento y los Spurs son los villanos.
Los de Mauricio
Pochettino han realizado una brillante campaña y probablemente,
en otras circunstancias habrían sido el favorito del público
neutral. Si el rival a batir habría sido cualquiera de los
denominados grandes de Inglaterra, los Spurs tendrían el
favor del gran público. En este caso el equipo de White Hart Lane
es el grande a batir y se han topado con un equipo que atrae más
simpatías que ellos; el Leicester City.
Creo que si finalmente
los Foxes se hacen con la corona de la Premier el
fútbol en general se verá favorecido. El hecho de que cualquier
club, mediante el trabajo serio y sin cometer locuras además de
tener un poco de suerte, pueda pelear de tu a tu con los grandes de
su competición supone una inyección de alegría vital en unos
tiempos en que casi se puede decir que cuenta más el balance
económico que los éxitos deportivos.
En cuanto a nombres
propios, ambos conjuntos pueden poner sobre la mesa un buen número
de futbolistas muy estimulantes. Si unos cuentan con Riyad Mahrez,
James Vardy o N'Golo Kanté los otros tienen a Harry
Kane, Christian Eriksen o Dele Alli..¿Quién da
más? Aún es pronto para saber si ambos conjuntos podrán mantener a
sus estrellas pero esta temporada no se la podrá arrebatar nadie.
Por un lado Claudio
Ranieri se ha cargado de un plumazo la idea de que para triunfar
es necesario rotar a sus pupilos para que lleguen más frescos a
final de temporada. Prácticamente el técnico italiano sólo ha
variado su once inicial obligado por las circunstancias. Lesiones o
sanciones han sido los únicos motivos por los que el Leicester
ha variado su apuesta al comienzo de cada partido, haciendo que los
aficionados, como antaño, supiesen la alineación de carrerilla.
Mauricio Pochettino,
por su parte, ha podido usar más variantes ya que ha contado
con una plantilla más amplia que su rival y al estar inmerso en
competición europea y tener más obligaciones en las eliminatorias
coperas, el conjunto londinense si ha variado más sus alineaciones
al tener que ser competitivo en más frentes. A pesar de todos, ha
habido jugadores que han sido claves.
Sin entrar en la
discusión de qué equipo ha jugado mejor al fútbol, si quiero dejar
claro que ambos técnicos han tenido clara su idea y han sido
consecuentes. Posiblemente a algunos les habrá gustado más el juego
más simple y directo del italiano frente a una idea más elaborada
del preparador argentino. Esa discusión siempre estará ahí ya que
para gustos, los colores.
Sea como fuere los
aficionados al fútbol estamos de enhorabuena ya que hemos podido
recuperar algo que nunca debe dejarse de lado en este deporte como es
la emoción. Sesudos racionamientos y análisis aparte, el deporte
debe ser pasión y alegría. Con sus héroes y sus villanos este año,
la Premier ha vuelto a ser fantástica.
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