La Euro 2016 está
a punto de comenzar y los equipos preparan su puesta a punto de cara al Torneo. La máxima
competición a nivel europeo de selecciones está a punto de
comenzar y me gustaría analizar a un equipo que no parte entre los
favoritos, pero que puede sorprender a mas de uno: Inglaterra.
Los Pross llevan
muchos años sin conseguir situarse entre los máximos candidatos al
título en ninguna de las competiciones en las que han tomado parte.
El palmarés de los inventores de este deporte es bastante rácano y
sólo han podido lograr una Copa del Mundo. La conseguida en el ya
lejano 1966.
Desde entonces ha llovido
mucho y el combinado inglés ha contado con futbolistas de gran
talento pero siempre les ha faltado algo para convertirse en
campeones. En este tipo de torneos cortos, estoy convencido de que
una de las claves es lo que los norteamericanos denominan el
“Momentum”. Ese periodo de tiempo especial, relativamente
corto en que todo lo que uno hace sale bien, se rompen barreras y que
normalmente lleva al éxito. Tal vez en este 2016 haya llegado su
Momento.
El equipo dirigido por
Roy Hodson tal vez no sea el más potente pero cuenta con
varios puntos a su favor. El primero de ellos puede ser precisamente
ese. El no contar entre los favoritos puede concederles un status de
tapado que les puede favorecer hasta fases más avanzadas del
campeonato. La presión es un elemento añadido que puede pesar, por
ejemplo, para el anfitrión: Francia. Les Bleus llegan
como máximos favoritos tras varios fracasos y juegan como locales.
Veremos si les pesa o no.
La falta de presión a la
hora de hacer las alineaciones. En el pasado reciente el combinado de
los Tres Leones ha tenido la presión de colocar a determinados
futbolistas si o si en el once inicial, sin importar demasiado su
compatibilidad sobre el terreno de juego. El caso más reciente es la
dupla Steven Gerrard – Frank Lampard, dos tremendos
jugadores que sin estar en su mejor momento eran alineados,
prácticamente por decreto, lo que condicionaba tremendamente la
composición del resto del equipo.
Capacidad goleadora. Los
ingleses cuentan con la, tal vez, dupla goleadora más letal del
momento. Harry Kane y Jamie Vardy han cuajado una
excelente temporada y además han demostrado ser dos jugadores
complementarios en los recientes test llevados a cabo. Si Hodgson
es ambicioso ambos deben jugar de inicio. Y si sitúa tras ellos a
Wayne Rooney, ojo a su crecimiento como futbolista, como en el último amistoso frente a Portugal,
veremos hasta donde puede llegar esta selección.
Funcionamiento colectivo.
Hoy en día muchas selecciones han optado por un funcionamiento más
parecido al de un club y esto explica algunas convocatorias. En el
caso inglés el dato que avala esto es la inclusión en el mismo once
de los cinco jugadores del Tottenham Hotspur. Los automatismos
son clave en el fútbol moderno y tener a la mitad de tus jugadores
de campo que se conocen a la perfección puede suponer estar más
cerca de ese Momentun del que anteriormente he hablado.
Pero no todo es positivo
para el conjunto inglés. La poca solidez del centro de la zaga y la
poca capacidad de crear juego ante rivales que se cierran pueden
suponer escollos insalvables. En el eje de la defensa ni Gary
Cahill ni Chris Smalling ofrecen, a priori, la fiabilidad
necesaria para una selección de élite y sus sustitutos como el
joven John Stones, no vienen de su mejor temporada.
A la hora de crear juego
el reciente amistoso frente a una Portugal, que jugó con 10
durante muchos minutos, dejó clara la incapacidad de encontrar
espacios ante un rival compacto. El clásico juego inglés en el que
un delantero como Vardy se mueve como pez en el agua necesita
de esos espacios y hay es vital la aparición de algún
“desatascador”. Tal vez Adam Lallana, Ross
Barkley, o el propio Raheem Sterling pueden ser esa figura
en ese momento clave que de a Inglaterra la capacidad de dar
un paso adelante.
Veremos que sucede en la
próxima Euro 2016. Estamos ante un mes repleto de buen fútbol
y está por ver si Inglaterra rompe los pronósticos. Sólo
nos queda sentarnos y disfrutar del juego.
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