La tremenda temporada que
está realizando el Borussia Dortmund no pasa desapercibida si
se hace un mínimo acercamiento a la actualidad de la Bundesliga.
Los de Dortmund han regresado a los puesto altos de la clasificación
tras una campaña un tanto decepcionante y son varios los responsables de esta buena labor.
Si uno se queda en un
rápido vistazo puede pensar que el Bayern se está paseando
por el campeonato germano pero esta campaña el Borussia, de la
mano de Thomas Tuchel, no se lo está poniendo nada fácil a
los de Pep Guardiola y ha
recuperado su papel competidor. Sólo el potencial y el ritmo
mantenido por el conjunto bávaro les mantienen en primera posición
aunque se ha recortado su distancia sobre el segundo.
En el conjunto amarillo
destacan varios nombre. El goleador Pierre-Emerick Aubameyang,
la calidad de Marco Reus, la irrupción de Julian Weigl
o el regreso a la élite defensiva de Mats Hummels. Ellos se
han llevado la mayor parte de las portadas a lo largo de este curso
pero a mi me gustaría poner el acento sobre la figura de Gonzalo
Castro, jugador de equipo que habitualmente pasa inadvertido para el gran público.
Llegado el pasado mes de
julio desde Leverkusen, donde perteneció al primer equipo del
Bayer durante 10 años, posiblemente, sus números del presente curso
no deslumbrarán, pero este centrocampista de largo recorrido y con más de 300 partidos en Bundesliga tiene mucho que decir. En esta campaña ha disputado 38 partidos, marcando 6 goles
y repartiendo 11 asistencias., repartidos así:
Fuente: Transfermarkt |
Con él sobre el césped
su equipo sólo ha perdido dos encuentros (Bayern y Hamburgo)
y a pesar de no ser un fijo en las alineaciones de Tuchel su
importancia en el equipo es evidente. Su labor en la DFB Pokal
ha sido ciertamente relevante para que su equipo llegue a la final. Se trata de
un futbolista trabajador, polivalente, buen pasador y con capacidad
de sumarse al ataque. Además es sacrificado y se encuentra en una
edad adecuada para alcanzar su mejor rendimiento.
Los 80 goles conseguidos
hasta este momento por el equipo del Signal-Iduna-Park son el
resultado de un juego colectivo brillante donde el movimiento de sus
jugadores de ataque resulta vital. Pero para que los jugadores de mayor talento brillen tiene que haber otros con la suficiente calidad
e inteligencia futbolística como para saber que su equipo resultará
beneficiado si ellos adoptan un rol secundario. Esto que, a priori,
parece sencillo no lo es tanto ya que se puede caer en la
complacencia y no saber asumir un papel más central en los momentos
adecuados.
Gonzalo Castro ha
sabido realizar esta labor, oscura en ocasiones, pero de gran
importancia en cualquier grupo. No es ningún joven pero cualquier técnico
estaría encantado de contar con un pilar de sus características
pero hoy lo disfrutan en Dortmund.¿Llegará algún día a copar las portadas?
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