El Werder Bremen es uno
de los conjuntos históricos de la Bundesliga. Sus últimas campañas
han estado repletas de sobresaltos pero ahora parece que vuelven a
respirar y a mirar hacia Europa. ¿Volverán?
El equipo de la "Ciudad
Libre Hanseática de Bremen" fue uno de los socios fundadores de la
Bundesliga y siempre ha estado considerado como uno de los
grandes conjuntos del norte del país junto al Hamburgo. De
hecho, el título liguero aterrizó pronto en el Weserstadion.
Fue en 1965, en la segunda edición del torneo.
Tal vez el periodo más
exitoso del club llegó en la segunda mitad de la década de los 80 y
en los primeros 90. Tras el descenso a 2.Bundesliga en 1980 y de la mano de Otto Rehhagel, los
norteños se rearmaron y encadenaron grandes resultados. 3 subcampeonatos y el título de 1988 en el
torneo de la regularidad, las DFB Pokal del 91, 94 y 99, la
Recopa de Europa de 1992, además de otros torneos como la
Intertoto del 98 llenaron las vitrinas del conjunto alemán. La
salida del técnico rumbo a Munich en 1995 dejó al Werder en una
situación delicada.
En los primeros años del
nuevo milenio volvió la estabilidad y con Thomas Schaaf, que llegó al cargo en 1999, en el
banquillo llegó el doblete de 2004. Todo parecía ir bien a orillas
del Weser pero una serie de malas decisiones llevaron al club a una
delicada situación económica y deportiva.
Schaaf dejó el banquillo
en 2013, siendo un equipo reconocible por su juego ofensivo y con una
defensa adelantada aunque sus últimos meses fueron un tanto caóticos
al igual que los primeras jornadas de la campaña 2013/14, cuando el
peor arranque de la historia del club en Bundesliga a punto
estuvo de devolverle a la 2.Bundesliga. Supieron reconducir la
situación y salvaron la categoría.
Poco a poco y tirando de
entrenadores forjados en su sistema formativo, el Werder Bremen
parece volver a la estabilidad. Tras Viktor Skripnik y
Alexander Nouri,
es el turno de Florian Kohfeldt al mando de la nave. El
joven técnico, nacido el 5 de octubre de 1982, parece estar
convenciendo a los dirigentes del conjunto hanseático y fue renovado
en abril de 2018 hasta 2021.
Nacido en Siegen y
primero de su clase en la promoción de 2015 tiene las ideas
claras:“Atreverse con el balón y no tener miedo a perderlo es
la idea. Siempre intentar encontrar soluciones, jugando con el
dominio de la pelota, salir adelante practicando un fútbol rápido
de combinaciones y así llegar a la portería contraria.”
Para sorpresa de muchos,
a principio de temporada nombró capitán a Max Kruse y lo explicaba así: “Max
juega siempre a su manera. No importa si es en el campo de entrenamiento o en
el Weserstadion. Esa forma de afrontar la presión ante miles de espectadores es algo que me
gustaría ver en el equipo y es algo que él debe simbolizar.”
Su forma de vivir los
partidos en la banda ha calado entre los aficionados. De la mano de
futbolistas con talento como el propio Kruse, Davy Klaassen o
Claudio Pizarro los hinchas sueñan con volver reverdecer
laureles y volver a luchar por títulos. El técnico es consciente de que tras varios años jugando por evitar el descenso haya cierta
euforia aunque es realista y sabe que sólo si juegan al máximo
pueden ganar a cualquiera pero que si no es así, no lo conseguirán.
Como muestra de su
ambición ofensiva, el Werder Bremen es el tercer equipo en la
Bundesliga que más remates a puerta intenta y sus tantos están muy
repartidos. La espina dorsal del proyecto de Kohfeldt está formada
por Jiri Pavlenka en la portería. Una zaga sólida compuesta
por Milos Veljkovic, Ludwig Augustinsson, Theodor
Gebre Selassie y Niklas Moisander. Un centro del campo
donde los baluartes son Maximilian Eggestein y Davy
Klaasen. En el ataque la
presencia de Max Kruse es indiscutible, aunque sin
olvidar la aportación del peruano Claudio Pizarro.
El máximo goleador
extranjero en la historia de la Bundesliga no está contando
con muchos minutos esta temporada pero su aportación cuando salta al
terreno de juego, 2 dianas, y cuando no lo hace es evidente e importante. Su veteranía a la hora
de guiar a los más jóvenes está al servicio del grupo.
Con estos ingredientes el
Werder Bremen parece estar en disposición de recuperar su
puesto entre la nobleza de la Bundesliga y olvidarse de una
vez por todas de las penurias de las últimas campañas. ¿Será
Florian Kohfeldt el próximo inquilino de larga duración en el
banquillo del Weserstadion?
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