En la década de los 70
del siglo pasado reds y potros se llegaron a enfrentar hasta en cinco
ocasiones en competición europea. Eran años gloriosos para ambos
conjuntos y allí se fraguó una relación que aun hoy perdura.
El fútbol, demasiado a menudo, sirve para separar a las ciudades, a los países e, incluso, a las personas, pero a veces es capaz de unir más que cualquier otro sentimiento. Liverpool y Monchengladbach son dos ciudades de clase trabajadora y tal vez por ese motivo los seguidores de sus equipos se sienten tan identificados.
El fútbol, demasiado a menudo, sirve para separar a las ciudades, a los países e, incluso, a las personas, pero a veces es capaz de unir más que cualquier otro sentimiento. Liverpool y Monchengladbach son dos ciudades de clase trabajadora y tal vez por ese motivo los seguidores de sus equipos se sienten tan identificados.
Históricamente el
Liverpool FC y el Borussia Monchengladbach se
enfrentaron en diversas ocasiones en los años 70. El Pool en
esa época logró 4 Ligas, 1 FA Cup, 2 Copas de Europa,
2 Copa UEFA y 1 Supercopa de Europa. El conjunto
germano, por su parte, conquistó 4 Ligas, 1 DFB Pokal y 2
Copas UEFA.
Tal vez el punto álgido
de aquellos enfrentamientos entre ingleses y alemanes llegó el 25 de
mayo de 1977 cuando se enfrentaron en el Olímpico de Roma en
la final de la Copa de Europa. El triunfo, 3-1, cayó de parte
de los ingleses gracias a los goles de Terry McDermott (28'),
Tommy Smith (64') y Phil Neal (82'), que superaron el
tanto de Allan Simonsen (52').
Aquella relación basada
en el respeto entre dos de los gigantes futbolísticos de la época
se retomó con más fuerza que nunca en los años 90. En 1991,
aprovechando un amistoso frente al Everton, aficionados del
Gladbach donaron 21000 Marcos para los familiares de las
víctimas de Hillsborough.
A partir del año
siguiente, un grupo de seguidores del Borussia comenzó a
acudir a Anfield a apoyar a los Reds aprovechando el
parón invernal y el gran número de partidos que se disputan en la
Premier durante la Navidad. Este peregrinar a Merseyside
se rompió en 2007. Aquella temporada el calendario deparó que
Chelsea y Everton fuesen los rivales de los Reds,
por lo que los aficionados alemanes decidieron que sus entradas las
disfrutasen otros “genuinos hinchas” del Pool.
Por su parte los Kopites
comenzaron a devolver la visita en 2007. Como reconoce en el
Liverpool Echo uno de
los organizadores de la primera visita, Graham
Agg, “lo
hicimos un poco por vergüenza, ya que hacíamos muy poco por ellos”.
Así, en conmemoración del 30 aniversario de aquella final de la
Copa de Europa, 25
aficionados del club inglés acudieron al Borussia
Park para
animar al conjunto renano.
Justo
después del partido algunos seguidores ingleses, desde el césped,
desplegaron una bandera reflejo de la hermandad entre ambos clubes.
Sus anfitriones les homenajearon entonando el You'll never
walk alone.
Desde
entonces, cada temporada asistimos a un peregrinar de seguidores de
ambos conjuntos, dispuestos a animar a sus “hermanos” y a pasar
grandes emociones, tanto en Anfield
como en el Borussia Park.
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