Que el uruguayo es parte
vital del conjunto de Merseyside es evidente pero al contrario de lo
que muchos piensan, no es el único futbolista de valor con los que
cuenta Brendan Rodgers. Al lado del charrúa hay otro futbolista que
está destacando.
Daniel Sturridge
ha tenido que buscar su lugar en el fútbol inglés. En 2009 abandonó
el Manchester City, que ya comenzaba su carrera de
inversiones millonarias y los canteranos como él no tenían cabida.
Fichó por el Chelsea y durante su estancia en Londres, cesión
mediante en el Bolton, tuvo más opciones de demostrar su
valía pero el final acabó siendo el mismo: La salida del club.
En el pasado mercado
invernal aterrizó en Anfield ante las dudas de más de uno,
entre los que me incluyo. Era un atacante demasiado parecido a Luis
Suarez en cuanto a la movilidad y a la necesidad de estar en
contacto con el balón. Además Rodgers se deshizo de un
delantero como Andy Carroll más alejado de su ideario
futbolístico pero, tal vez y a priori, más compatible con el
internacional uruguayo.
El paso del tiempo ha
demostrado el gran acierto del técnico al apostar por el atacante
zurdo. Los números de Sturridge son abrumadores. Esta
temporada en Premier League ha logrado 13 goles (tercero entre
los máximos realizadores) en 15 encuentros, dando además 3
asistencias de gol. Su ratio de gol por partido es de 0.86 y acredita
un gol cada 90 minutos.
Sus números pueden
parecer pobres si los comparamos con los de su compañero en el
ataque de los de Anfield. Suárez ha logrado 23 tantos
en 18 encuentros, pero es que además ha dado 13 pases de gol. Su
1.27 goles por partido y su media de un gol cada 70 minutos son
realmente tremendos y deja sin calificativos a la campaña del
uruguayo.
Daniel Sturridge
ha sabido cohabitar con Luis Suárez y entre los dos forman
una de las delanteras más temibles de los últimos tiempos. Los
datos están ahí pero las sensaciones que transmiten sobre el
terreno de juego son aún mejores. Gracias a estas actuaciones el
delantero inglés puede estar convenciendo a Roy Hodgson de
que él es el delantero por el que debe apostar para la selección
inglesa, con quienes ha marcado 2 goles en los 9 partidos que ha
disputado.
El seleccionador de los
Pross juega habitualmente un 1-4-4-1-1, con Wayne Rooney
por detrás de un punta y ese puesto debe ser para el futbolista del
Liverpool. Su movilidad puede generar los espacios suficientes para
el del Manchester United, que es sin dudas la mejor arma de un
seleccionado que no cuenta entre las favoritas al cetro mundial.
El delantero del
Liverpool se encuentra, si las lesiones le respetan, ante la
gran oportunidad de brillar en el mayor evento balompédico del
mundo. Seguro que sabrá aprovechar su oportunidad.
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