A veces el fútbol, como
la vida misma, premia el esfuerzo, la pasión y el trabajo duro. Este
es el caso de este delantero barcelonés que en apenas 12 meses ha
pasado de Segunda B a La Liga. De la nada al todo en un año...
Llegar a primera división
no es fácil y debutar pasada la treintena es aún más complicado.
La carrera de Enric Gallego no ha sido nada fácil ya que en
edad juvenil se vio envuelto en una tangana y se pasó dos años sin
poder jugar a fútbol. Cuando volvió lo hizo en Segunda Regional,
muy lejos del fútbol de élite.
Forjado en los campos de
tierra de la territorial y la tercera catalana, la oportunidad en
Segunda B le llegó a los 27 años y desde entonces no ha parado de
crecer. Lejos quedan ya los tiempos en los que tenía que compaginar
su trabajo como repartidor con los entrenamientos. El día a día que viven muchos
futbolistas en el tercer escalón del fútbol español.
A base de goles comenzó
a labrarse una reputación y durante su primera etapa en el Cornellá
llegó a probar en el Sheffield Wednesday. No cuajó y tiempo
después fue el Extremadura quien apostó por él de una forma
poco habitual en la categoría de bronce. Pagó 200.000 Euros por un
delantero de más de 30 años y la apuesta salió redonda. En sus
primeros 6 meses en el club marcó 11 goles y el conjunto de
Almendralejo logró el ascenso a la Liga 123.
Pero el trabajo no estaba
finalizado y en los primeros meses de esta campaña, Gallego ha
seguido marcando goles y de que manera. Pichichi de la categoría con 15
dianas ha batido marcas en la categoría. El 17 de noviembre anotó
los 4 goles de su equipo en la visita a Reus, siendo el primero en
lograr dicha cifra en un encuentro desde 2005, cuando lo logró Mario
Bermejo.
Su excelente primera vuelta en la categoría de plata llamó la atención de varios directores deportivos y fue finalmente el Huesca quien se hizo con sus servicios. La apuesta vuelve a ser arriesgada pero a base de trabajo y sacrificio, Enric Gallego, a buen seguro, devolverá con goles la confianza depositada en él.
Su excelente primera vuelta en la categoría de plata llamó la atención de varios directores deportivos y fue finalmente el Huesca quien se hizo con sus servicios. La apuesta vuelve a ser arriesgada pero a base de trabajo y sacrificio, Enric Gallego, a buen seguro, devolverá con goles la confianza depositada en él.
Quienes le conocen dicen
de él que se trata de una persona humilde y trabajadora y el afirma
que vive el presente. “Sinceramente, nunca me he planteado por
qué ahora. Para mi nunca es tarde. Son cosas de la vida. Siempre le
he dicho a los míos que el destino quería que a los 20 años
estuviera trabajando en otros lugares y ahora donde estoy.”
Delantero de físico
imponente, sus 1,90 metros de estatura pueden hacer pensar a más de
uno que su técnica puede no estar a la altura pero va bien de
cabeza, pelea y es muy rápido, gracias a su potente zancada. Además
tiene una buena zurda, técnicamente es muy bueno y compite todos y
cada uno de los minutos que está en el campo.
La historia de este
delantero parece más digna de otra época o incluso de otros países
donde las tradiciones y las historias de superación tienen más
repercusión que en nuestro fútbol. Pero Enric Gallego
demuestra que el trabajo duro y la constancia hacen que merezca la
pena.
Si te ha gustado y quieres recompensar el trabajo realizado, puedes hacer una donación. Te aseguro que seguiremos trabajando para mejorar.
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